Temor a perder el documento por bajo nivel de inglés o prácticas indebidas como el cabotaje ha provocado una baja en el flujo de operadores dispuestos a cruzar al interior del país vecino.
La cadena de suministros entre México y Estados Unidos enfrenta una amenaza real por el endurecimiento de los operativos migratorios en contra de operadores con visa B1, advirtió la Asociación de Transportistas de Carga (ATC) de Nuevo Laredo.
Carlos Fernández, presidente del organismo, explicó que los agentes estadounidenses están aplicando sanciones y cancelaciones de visas a conductores que incurren en prácticas no permitidas, como el cabotaje —el movimiento de mercancía dentro del territorio estadounidense por parte de transportistas extranjeros—, así como a quienes no demuestran dominio suficiente del idioma inglés.
“Les quitan la visa, los castigan por un tiempo determinado y hay una afectación que no se está registrando: operadores que ya no quieren realizar el cruce por miedo a las revisiones. El impacto en la cadena de suministros es inevitable”, aseguró Fernández.
Aunque aún no hay una cifra oficial de operadores afectados, el gremio reconoce una disminución considerable en la disponibilidad de conductores con visa B1 dispuestos a realizar rutas al interior de Estados Unidos.
Esto podría derivar en desabasto de mercancías en centros comerciales, así como retrasos en el suministro de insumos en plantas industriales del vecino país.
La ATC pidió a los operadores respetar estrictamente las regulaciones migratorias y operativas en Estados Unidos para evitar consecuencias.
No obstante, lamentó que hasta el momento ninguna autoridad de los tres países de Norteamérica haya abordado este problema, pese al riesgo que representa para el comercio exterior regional.
“Definitivamente se va a ver afectado el comercio exterior que tanto ha sido de beneficio para los tres países. La situación debe atenderse con urgencia”, concluyó Fernández.
