Trump media histórica tregua; ambos países proclaman victoria mientras la tensión nuclear persiste.
JERUSALÉN / TEHERÁN.- La guerra de 12 días entre Irán e Israel llegó oficialmente a su fin este martes tras la entrada en vigor de una tregua mediada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien proclamó el cese de hostilidades como una muestra de liderazgo internacional.
El anuncio fue recibido con declaraciones de “victoria histórica” por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, acusó a Israel de “agresión imprudente” y aseguró que el régimen sionista “fracasó rotundamente” en sus objetivos estratégicos.
La confrontación, marcada por intensos bombardeos, ataques cibernéticos y sabotajes de alta precisión, dejó un saldo aún indeterminado de víctimas y daños materiales en ambos países.
En Irán, se reportaron explosiones en instalaciones industriales clave, incluyendo refinerías en Teherán. Por su parte, Israel activó repetidamente su sistema de defensa civil ante el temor de misiles de largo alcance.
TREGUA NEGOCIADA El alto al fuego fue acordado en las últimas horas del lunes y comenzó a regir a partir del martes por la tarde, tras intensas gestiones diplomáticas encabezadas por la administración Trump.
A través de medios estatales, Pezeshkian anunció el fin de la guerra y advirtió que Irán seguirá defendiendo su soberanía ante cualquier amenaza, al tiempo que reiteró su intención de continuar con su programa nuclear, incluyendo el enriquecimiento de uranio, lo que ha vuelto a encender las alarmas internacionales.
“Estamos presenciando el fin de la guerra de 12 días que fue impuesta al pueblo iraní por el belicismo del régimen sionista”, declaró el mandatario iraní.
Netanyahu, por su parte, habló de una “victoria histórica” y sostuvo que Israel logró “desarticular capacidades ofensivas clave” del adversario.
Sin embargo, no hizo referencia directa al fracaso de sus objetivos sobre las instalaciones nucleares iraníes, denunciado por Teherán.
Horas después del anuncio del alto al fuego, el Comando del Frente Interno de Israel informó el levantamiento de todas las restricciones de seguridad impuestas desde el pasado 13 de junio.
La evaluación fue autorizada por el ministro de Defensa, Israel Katz, quien aseguró que “la amenaza inmediata ha disminuido considerablemente”.
Las actividades cotidianas se retomarán plenamente desde las 20:00 (hora local) de este martes, aunque se mantendrá un monitoreo constante hasta el jueves por la noche, cuando se decidirá si es necesario reimponer medidas preventivas.
Durante la guerra, el estado de emergencia decretado por la Knéset obligó al cierre total de escuelas, comercios y lugares públicos, con buena parte de la población refugiada en zonas seguras.
PERSPECTIVAS INCIERTAS A pesar del cese de fuego, analistas advierten que la paz entre Teherán y Tel Aviv sigue siendo frágil.
La continuidad del programa nuclear iraní, sumada a la ausencia de acuerdos multilaterales sobre seguridad regional, podría reactivar el conflicto en cualquier momento.
“Esto no es una paz duradera; es una pausa estratégica”, dijo un diplomático europeo bajo condición de anonimato. Tanto Israel como Irán parecen haber salido del conflicto con costos significativos, pero sin modificaciones estructurales en su postura política o militar.
Trump se atribuye papel clave
El presidente Donald Trump celebró el acuerdo como un logro diplomático de alto calibre.
“¡Felicitaciones a todos! Israel e Irán aceptaron el cese total de hostilidades”, escribió en su red Truth Social.
La mediación estadounidense, realizada en tiempo récord, buscó evitar una escalada regional mayor en un momento de creciente polarización global.
Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, respondió con cautela: “Será su victoria si logra que Europa también contribuya de manera significativa en materia de defensa”.
