CAROLINA DEL NORTE.– Padres de familia denunciaron una subasta fingida de esclavos afroamericanos que se realizó en una escuela en Carolina del Norte, el más reciente caso de “bromas” de este tipo que ha desatado indignación en Estados Unidos.
Anthony Jackson, superintendente de escuelas del condado Chatham, pidió disculpas después de que se revelara que alumnos blancos de la escuela JS Waters fingían subastar a sus compañeros afroamericanos como esclavos.
“Este tipo de conducta no refleja nuestro carácter como sistema educativo”, aseguró Jackson, quien “esto no será tolerado en nuestro sistema escolar”.
La denuncia la realizaron padres de familia como Ashley Palmer, quien aseguró en Facebook, el pasado 4 de marzo, que su hijo de 14 años “experimentó una subasta de esclavos por parte de sus compañeros de clase”.
El muchacho les contó que ese tipo de eventos eran comunes en la escuela. Tanto, que pensó que no valía la pena compartirlo con ellos.
También les dijo que un amigo suyo fue “vendido por 350 dólares” y que había otro estudiante que se encargaba de los esclavos porque “sabía cómo manejarlos”.
Tras avisar lo que estaba pasando, las autoridades escolares se limitaron a suspender a los estudiantes implicados un día.
Sin embargo, luego de que la historia fuera difundida en medios como el Charlotte Observer, la junta directiva de la escuela decidió tomar medidas adicionales, incluyendo modificar normas y agregó que “esto no será tolerado en nuestro sistema escolar”.
La denuncia la realizaron padres de familia como Ashley Palmer, quien aseguró en Facebook, el pasado 4 de marzo, que su hijo de 14 años “experimentó una subasta de esclavos por parte de sus compañeros de clase”.
El muchacho les contó que ese tipo de eventos eran comunes en la escuela. Tanto, que pensó que no valía la pena compartirlo con ellos. También les dijo que un amigo suyo fue “vendido por 350 dólares” y que había otro estudiante que se encargaba de los esclavos porque “sabía cómo manejarlos”.
Tras avisar lo que estaba pasando, las autoridades escolares se limitaron a suspender a los estudiantes implicados un día.
Sin embargo, luego de que la historia fuera difundida en medios como el Charlotte Observer, la junta directiva de la escuela decidió tomar medidas adicionales, revisar el código de conducta de los alumnos y qué medidas disciplinarias emprender en casos de racismo.
El pasado lunes, activistas y estudiantes asistieron a la reunión de la junta escolar, exigiendo cambios en las políticas de discriminación, así como disculpas a los estudiantes afectados.
La subasta fingida, que fue grabada en video, ocurrió en presencia de maestros, de acuerdo con la agrupación Chatham Organizing for Racial Equity (Chatham se organiza por la Igualdad Racial).
La escuela aseguró que “no hay lugar para el racismo ni el odio aquí” y que castigarían a los estudiantes que incurrieron en acoso racial.
En conferencia de prensa, Palmer aseguró que “esta no es la primera vez que nuestra familia ha tenido que lidiar con actos racistas hacia uno de nuestros hijos.
Es sólo la primera vez que decidimos llegar hasta el final”.