El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sigue vigente, lo que mitiga mayores impactos económicos. Empresarios advierten sobre el riesgo de una posible terminación del acuerdo comercial.
E mpresarios del sector aduanal y comercial en la frontera norte confirmaron que, aunque la amenaza de aranceles generalizados no se concretó, algunos productos de exportación mexicana sí fueron gravados con impuestos del 25%.
Entre ellos, destacan el aluminio en todas sus presentaciones, incluyendo la cerveza y refrescos enlatados, así como las autopartes y vehículos manufacturados fuera de Estados Unidos.
Fernando Rodríguez Garza, empresario aduanal en Nuevo Laredo, señaló que la imposición de estos aranceles representa un impacto directo en sectores clave de la economía mexicana, particularmente el automotriz.
“Se va a respetar el T-MEC, lo cual en algo nos favorece, pero sí hay afectaciones en sectores importantes como el automotriz y el del aluminio. Toda la cerveza o refresco que se exporte en lata de aluminio a Estados Unidos tendrá un arancel del 25%”, explicó.
Además de las afectaciones a los productos enlatados, también se confirmaron impuestos a componentes automotrices como motores, transmisiones, sistemas eléctricos y mangueras de freno.
Expertos advierten que estas medidas pueden repercutir en la industria manufacturera del Bajío, donde se concentran numerosas armadoras y proveedoras de autopartes.
Por otro lado, Rodríguez Garza indicó que productos emblemáticos como el tequila y otros amparados bajo el T-MEC permanecen exentos de aranceles, lo que ofrece un alivio para algunos sectores de exportación.
Si bien el tratado comercial sigue en vigor, existe incertidumbre debido a declaraciones del presidente de Estados Unidos sobre una posible eliminación del acuerdo en el corto plazo.
En caso de concretarse, México enfrentaría un impacto económico significativo en múltiples industrias. Mientras tanto, empresarios y analistas económicos seguirán atentos a las decisiones comerciales de la administración estadounidense, que podrían modificar las condiciones actuales del comercio bilateral.
