La generación masiva de imágenes inspiradas en el estilo del estudio Ghibli ha desatado un intenso debate sobre la libertad de expresión y el plagio. Esta tendencia, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y herramientas como el chatbot de OpenAI, ha provocado un aluvión de imágenes que imitan el estilo artístico de Studio Ghibli, conocido por sus películas como El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro. La viralización de estas creaciones generó tanto entusiasmo como controversia.
Goro Miyazaki, hijo del famoso Hayao Miyazaki, ha expresado preocupaciones sobre el impacto de la IA en los artistas de animación japoneses. Según Goro, la IA podría reemplazar eventualmente a los creadores humanos, aunque destacó que nada podría sustituir el talento de su padre. La cuestión central es si la IA está robando el trabajo de artistas al recrear estilos artísticos sin la intervención de creadores humanos, lo que podría abrir un camino hacia la explotación indebida de los derechos de autor.
La situación se agrava cuando surgen preguntas sobre las posibles violaciones de derechos de autor al crear imágenes que imitan tan de cerca el estilo de un estudio protegido. La legislación sobre los derechos de autor aún no ha abordado específicamente la protección de estilos artísticos, lo que deja un panorama legal incierto para aquellos que se aventuran a usar herramientas de IA para replicar técnicas visuales distintivas de estudios como Ghibli.
Sin embargo, Goro también reconoció que la tecnología tiene el potencial de descubrir nuevos talentos y facilitar la creación de animaciones, pero se mostró reacio a aceptar un futuro en el que la IA reemplace a los artistas humanos. Mientras tanto, la Generación Z, más familiarizada con las tecnologías digitales, podría ser la primera en ver cómo la animación, una vez completamente manual, se transforma en una disciplina dominada por las máquinas.
El futuro de la animación en Japón, especialmente con el legado de Studio Ghibli, parece estar en una encrucijada entre la preservación del arte tradicional y la creciente influencia de la inteligencia artificial.









