El nivel del Río Bravo es bajo, pero suficiente para cubrir la demanda de Nuevo Laredo. La CILA advierte que la falta de lluvias afecta al campo y podría complicar los próximos meses.
El abasto de agua para consumo humano en Nuevo Laredo está garantizado, pese al bajo nivel del Río Bravo y a la situación crítica que atraviesan las presas de la región, informó la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Ramón Meza, representante de la CILA en la ciudad, explicó que actualmente la presa La Amistad se encuentra al 24 por ciento de su capacidad y la presa Falcón al 11 por ciento.
Si bien se trata de cifras bajas, aseguró que el suministro para la población está asegurado este año. Recordó que en 2024, en el mismo periodo, La Amistad se mantenía en un 19 por ciento, lo que refleja una ligera recuperación gracias a las lluvias registradas río arriba durante julio.
El funcionario detalló que el nivel del Río Bravo es de 33 centímetros de profundidad, cantidad que resulta suficiente para cubrir la demanda diaria de la ciudad.
No obstante, advirtió que, de no registrarse precipitaciones en el próximo mes, la situación podría complicarse, especialmente para el sector agrícola, que actualmente enfrenta restricciones de riego.
Meza subrayó que esperan lluvias durante septiembre, principalmente en la cuenca alta, para garantizar escurrimientos hacia La Amistad, que abastece de agua a Nuevo Laredo y a otras ciudades de la frontera tamaulipeca.
“Es importante que la ciudadanía no desperdicie el recurso. Aunque el suministro para consumo humano está garantizado, las presas requieren recuperarse con precipitaciones”, puntualizó el representante de la CILA.