Al entrar Laredo a 72 horas de haberse lanzado un aviso de hervir el agua antes de consumirla, las autoridades anunciaron ayer que se ha iniciado una investigación a fondo para conocer si existió negligencia operativa en el sistema de agua potable, motivo por el cual se desplomaron otra vez los niveles de cloro en la red, adelantando que habría despido de personal, en caso de que así fuera.
“Se harán cambios, ya sea en el personal o en el equipo”, aseguró tajante el regente municipal Robert Eads, tras anunciar que, conjuntamente con expertos de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) se encuentran realizando monitoreos constantes en el agua en el elevamiento a los niveles óptimos de desinfección.
“Como administrador municipal, estoy comprometido a solucionar este problema, ya sea mecánico, operativo o ambos, porque estamos en una situación inaceptable… no hay lugar a excusas”, puntualizó el funcionario.
Eads agregó que al mismo tiempo se puso en marcha una investigación muy detallada para conocer las razones por los cuales se registró esta nueva contingencia sanitaria desde el pasado domingo, a pesar que desde el 2019 TCEQ estableció directrices técnicas, mediante un plan diseñado a prevenir este tipo de situaciones en el agua entubada.
Aseguró que los equipos se encuentran trabajando intensamente desde el Día 1, para restablecer el servicio lo más pronto posible, aunque consideró que aún faltan varios días y que el aviso de hervir el agua podría durar hasta un mes, pero que todo depende de los avances en las labores que se están desarrollando en la planta principal “Jefferson”.
Por lo pronto, Eads ofreció disculpas a toda la población por parte del cabildo y de las autoridades municipales, por las inconveniencias que tienen los residentes por esta contingencia.