Lionel Messi vivió otro episodio amargo en la recta final de su carrera como futbolista profesional al sufrir una estrepitosa derrota junto a su equipo, el Inter de Miami, frente al París Saint-Germain (PSG) en los octavos de final del Mundial de Clubes. El marcador fue contundente: 4-0 a favor de los campeones de la Champions League, lo que amplía la lista de reveses dolorosos que el astro argentino acumula a nivel de clubes.
La eliminación del conjunto de la MLS significó para Messi la primera ocasión en la que se enfrentó a uno de sus ex equipos, un duelo que estuvo cargado de morbo y recuerdos, pues en el PSG militan viejos conocidos como Ousmane Dembélé y en el banquillo está Luis Enrique, mientras que en el Inter de Miami acompañan a Messi excompañeros del Barcelona como Luis Suárez, Sergio Busquets, Jordi Alba y el técnico Javier Mascherano.
Esta caída se suma a una larga lista de derrotas abultadas que marcaron la trayectoria del capitán argentino: desde el humillante 8-2 ante el Bayern Múnich en la Champions League de 2020, hasta las goleadas sufridas ante Liverpool, PSG, Juventus o el Real Madrid en diferentes etapas. El 4-0 ante el PSG entra ahora en el registro de tropiezos que Messi ha padecido defendiendo distintos colores en Europa y Estados Unidos.
A nivel de selecciones, Messi también tiene capítulos difíciles como el recordado 6-1 frente a Bolivia en Eliminatorias en 2009 o el 4-1 ante Alemania en el Mundial de 2010, aunque son menos frecuentes sus derrotas con la Albiceleste si se compara con la montaña rusa de resultados en clubes. A pesar de esto, el argentino sigue siendo referente e ídolo mundial por sus logros, títulos y legado único en la historia del fútbol.
El partido ante el PSG volvió a dejar ver a un Messi resignado, consciente de que la exigencia internacional y la distancia de nivel entre el Inter de Miami y un gigante europeo como el cuadro parisino son abismales. La derrota, además, alimenta el debate sobre el impacto real del astro rosarino en el fútbol de Estados Unidos, donde junto a Suárez, Busquets y Alba busca consolidar un proyecto que por ahora parece alejado de la élite competitiva mundial.
El Mundial de Clubes para el Inter de Miami termina de forma prematura y sin gloria, dejando a Messi con otro trago amargo que engrosa su lista negra de goleadas dolorosas. Mientras tanto, el PSG avanza firme en busca de coronarse como el mejor club del mundo, demostrando que sigue siendo un rival temible para cualquier adversario, sin importar la estrella que brille en la otra camiseta.