El papa León XIV vivió este sábado 28 de junio un momento inusual y preocupante cuando, en medio de su tradicional recorrido para bendecir y saludar a los fieles en la Plaza de San Pedro, fue golpeado levemente en la cabeza por un guante de béisbol lanzado desde la multitud. El Pontífice, que asumió el cargo en abril de 2025, realizaba su trayecto habitual frente a miles de devotos que se congregaron para recibir su bendición.
De acuerdo con los reportes, el objeto fue arrojado de forma repentina mientras León XIV se encontraba cerca de las rejas de seguridad que separan a los fieles de la ruta papal. La Guardia Suiza reaccionó de inmediato, reforzando la vigilancia y asegurando la zona para evitar que se repitieran incidentes de este tipo. A pesar del golpe, el Papa mantuvo la calma, mostró serenidad frente a los presentes y decidió continuar con su agenda sin modificaciones ni retrasos, enviando así un mensaje de fortaleza y cercanía a los católicos.
Hasta el momento, no se ha identificado a la persona responsable ni se ha determinado la motivación detrás de este acto que, para algunos, no pasa de ser un intento desesperado de llamar la atención, mientras que otros lo interpretan como una clara falta de respeto hacia la figura más representativa de la Iglesia Católica. El Vaticano no ha emitido un pronunciamiento oficial más allá de confirmar que León XIV no sufrió lesiones y se encuentra en perfecto estado de salud.
En redes sociales, la noticia generó reacciones divididas: mientras algunos fieles condenaron el acto y pidieron reforzar aún más la seguridad papal, otros expresaron su apoyo incondicional destacando la calma con la que León XIV manejó la situación. El incidente ha puesto sobre la mesa nuevamente la vulnerabilidad que enfrenta el Pontífice durante sus acercamientos multitudinarios, que para muchos constituyen uno de los gestos más humanos y significativos de su labor pastoral.