Es el primer atentado de este tipo perpetrado en la capital siria desde que los islamistas derrocaron en diciembre a Bashar al Asad.
Damasco vivió este domingo uno de los ataques más sangrientos de los últimos tiempos, cuando un atentado suicida en una iglesia de la capital siria dejó al menos 20 personas muertas y más de medio centenar de heridos.
El ataque ocurrió en la iglesia de San Elías y fue atribuido a un miembro del grupo terrorista Estado Islámico (EI), también conocido como Dáesh, según informó el Ministerio del Interior sirio.
Se trata del primer atentado de esta magnitud en Damasco desde que los islamistas derrocaron en diciembre al expresidente Bashar al Asad. De acuerdo con el reporte oficial, el atacante ingresó al templo, abrió fuego contra los feligreses y posteriormente se hizo estallar con un cinturón explosivo.
El Ministerio de Salud confirmó 20 fallecidos y 52 heridos, aunque un primer reporte de la Defensa Civil había indicado 15 muertos. La escena fue descrita como caótica y devastadora, con socorristas retirando a los heridos entre los escombros.
Periodistas de la agencia AFP relataron haber visto cuerpos tendidos, cristales rotos y columnas de humo saliendo del edificio religioso.
Testigos presenciales dijeron que el atacante portaba un arma y comenzó a disparar antes de detonar los explosivos, y que algunos intentaron detenerlo sin éxito. Comerciantes de la zona también reportaron haber escuchado los disparos seguidos por una fuerte explosión.
La comunidad cristiana local, que históricamente ha sido blanco de ataques del extremismo islámico, expresó su consternación por el atentado y exigió mayor seguridad.
Las autoridades aún investigan los detalles del ataque, mientras la tensión crece en una capital ya marcada por años de guerra y violencia. El gobierno sirio prometió castigar a los responsables y reforzar la vigilancia en lugares de culto.
