Gobiernos y organismos internacionales llaman a la paz y advierten sobre riesgo de escalada bélica.
El reciente ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes desató una ola de reacciones internacionales que advierten sobre el riesgo de una peligrosa escalada en Medio Oriente.
Aviones estadounidenses bombardearon tres sitios clave en Irán: Fordó, Natanz e Isfahán, en un momento en que el conflicto entre Irán e Israel cumple nueve días.
Con este ataque, Washington se involucra directamente en una confrontación que podría tener consecuencias globales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró la decisión del presidente Donald Trump, señalando que “la paz se logra con la fuerza” y destacando la “audacia” del mandatario estadounidense.
En contraste, la Organización de la Energía Atómica de Irán confirmó los ataques y aseguró que continuará con sus actividades, calificando la acción como una violación al Tratado de No Proliferación Nuclear.
El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su “grave alarma” ante el uso de la fuerza por parte de EE.UU., y advirtió que “no hay solución militar que sustituya a la diplomacia”.
Pidió evitar una espiral de caos que amenace la paz y la seguridad internacional. Varios gobiernos latinoamericanos se sumaron a las críticas.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, señaló que el ataque “incendia Medio Oriente” y pidió detener la guerra entre Israel e Irán. México, por su parte, emitió un llamado urgente por la paz y exhortó a desescalar las tensiones, mientras que Bolivia y Venezuela condenaron el ataque como arbitrario e irresponsable.
Chile, a través de Gabriel Boric, exigió el respeto al derecho internacional humanitario, subrayando que ningún país está por encima de la ley