Albergues e iglesias que apoyan a migrantes en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, están al límite de su capacidad, un reflejo de la incesante ola migratoria que azota a este municipio del noreste del país, donde también hay alerta máxima por contagios de Covid-19.
Estos centros se encuentran en una encrucijada por el arribo de centenares de migrantes en los últimos meses que buscan cruzar a Estados Unidos, y adolecen de falta de insumos para proveerles de lo necesario.
La ciudad albergó hace un par de años a un enorme campamento migrante a orillas del Río Bravo, donde vivían hasta 2 mil personas y fue símbolo de la dura política del expresidente estadounidense Donald Trump.
Este campamento fue desmantelado hace unos meses pero el fenómeno migrante permaneció, aunque con mayor sigilo, y volvió a extenderse hasta estallar de nuevo y revelar la vulnerabilidad tanto de los migrantes como de los activistas que defienden sus derechos.
De acuerdo con las cifras más recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), en mayo se arrestaron a más de 180 mil migrantes a lo largo de la frontera con México, la cifra más alta en más de dos décadas.
En contraste, cifras del gobierno mexicano indican que entre enero y abril de 2021 se han presentado ante la autoridad migratoria hasta 56 mil 622 personas.
El templo, ubicado en el sur de Matamoros, contaba hace un mes con 300 personas, muy por encima de su capacidad ideal. Ahora atiende a unas 80 personas tras canalizar a decenas de migrantes, muchos de ellos familias, a otros albergues del municipio. Todo con el fin de garantizar su seguridad y darles mejores condiciones.
Al borde del colapso
“Me sobrepasaron el nivel de gente que puedo ayudar. La crisis está muy grande y ninguna autoridad municipal, estatal o federal, se ha acercado”, declaró este miércoles a Efe el pastor de la Iglesia Viento Recio, Víctor Barrientos.
El líder religioso incluso instó al gobierno municipal a abrir espacios, como una alberca pública, para que puedan hospedarse allá.