Alejandro Sanz rompió el silencio tras la polémica generada por un video viral en el que Ivet Playà, una fan que asegura haber trabajado con él, lo acusa de manipulación y comportamiento abusivo. En dicho video, Playà relata que conoció al cantante cuando era menor de edad, y que al cumplir 18 años dejó su ciudad para seguirlo. Asegura que durante el tiempo que convivieron mantuvieron una relación íntima y laboral, donde se sintió usada, engañada y emocionalmente manipulada.
Ante el revuelo, Sanz respondió a través de sus historias de Instagram, donde expresó sorpresa y decepción por las acusaciones. “Tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño”, escribió el artista, al tiempo que lamentó que ese recuerdo se haya quebrado. Además, afirmó que en mayo la joven le propuso invertir en un negocio familiar, pero él rechazó la propuesta tras consultarlo con sus asesores. Negó rotundamente haber ejercido manipulación y aseguró: “Nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida”.
La fan, hasta el momento, no ha respondido directamente al mensaje del artista, aunque en declaraciones previas dijo que no busca iniciar un proceso legal. Sin embargo, sí afirmó sentirse emocionalmente afectada por la relación que mantuvo con el cantante. “Me siento utilizada, humillada… sus acciones traspasaron cualquier límite moral y humano”, dijo en el video.
La situación ha generado reacciones divididas entre seguidores del cantante, algunos en defensa de su trayectoria y otros exigiendo que se esclarezca lo ocurrido. Mientras tanto, la historia sigue desarrollándose en redes sociales, donde el testimonio de Playà continúa circulando y siendo tema de debate.
