Las altas temperaturas no solo afectan la salud física: también pueden incidir de manera directa en el estado de ánimo de las personas, especialmente en quienes ya presentan antecedentes de depresión.
Así lo advirtió el Dr. Manlio Fabio Benavides, jefe del Sector Salud en Nuevo Laredo, al destacar que el calor puede actuar como detonante de crisis emocionales e incluso de suicidios.
“El clima extremo puede influir negativamente en la salud mental. Hemos tenido casos en los que el calor ha sido un factor determinante en episodios depresivos severos”, señaló.
El funcionario informó que actualmente se trabaja en planteles de educación media y superior para detectar posibles casos de depresión y brindar atención oportuna a estudiantes.
Benavides explicó que el calor, al igual que el frío extremo, puede intensificar estados emocionales inestables y agravar trastornos mentales no diagnosticados. Por ello, pidió a las familias estar atentas a posibles cambios de comportamiento, actitudes o aislamiento en sus seres queridos.
“El primer paso es aceptar que se necesita ayuda. Muchas veces la persona no reconoce que atraviesa por un cuadro depresivo hasta que es evaluada por un profesional”, agregó. Resaltó que existen servicios de atención psicológica gratuita disponibles en la localidad.
El llamado fue claro: ante cualquier señal de alerta en el entorno familiar o personal, es vital buscar apoyo especializado.
La intervención temprana puede evitar consecuencias fatales y mejorar significativamente la calidad de vida de quien padece algún trastorno emocional.
Finalmente, Benavides recordó que los problemas de salud mental no distinguen edad, sexo ni condición social, y que todos están expuestos. “La prevención y la atención oportuna salvan vidas”, concluyó.