Católicos de la región participaron en peregrinaciones y misa en la Catedral del Espíritu Santo. El Arzobispo Rogelio Cabrera llamó a vivir este tiempo como “Peregrinos de Esperanza”.
En un ambiente de fe, unidad y esperanza, miles de católicos de los cinco decanatos de la Diócesis de Nuevo Laredo se congregaron este sábado para celebrar el Jubileo 2025, una celebración impulsada por la Iglesia Universal con motivo de los 2025 años del nacimiento de Cristo.
Fieles provenientes de distintos sectores de la ciudad y de algunos municipios de Nuevo León participaron en peregrinaciones que culminaron en la Catedral del Espíritu Santo, donde se llevó a cabo la misa solemne presidida por Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y administrador diocesano de la Diócesis de Nuevo Laredo.
En entrevista, Monseñor Rogelio Cabrera López destacó que este Jubileo fue convocado por el Papa Francisco, a quien recordó con afecto y gratitud.
“Toda la Iglesia Universal durante este año 2025 está en jubileo… el Papa Francisco, que en paz y del cielo goce, fue quien nos llamó, nos invitó a vivir este jubileo de alegría por el nacimiento de Cristo”, expresó.
El lema del Jubileo, “Peregrinos de Esperanza”, refleja el llamado del pontífice a vivir este tiempo con una virtud esencial para la vida cristiana. “Nos propuso una virtud a vivir, la virtud de la esperanza”, señaló el Arzobispo.
El evento se vivió como una gran muestra de comunión diocesana. “Se dispuso una manera de concurrir para simbolizar el caminar juntos”, explicó Monseñor Cabrera, refiriéndose a las peregrinaciones organizadas por cada decanato. “Una fiesta se hace en comunidad”, añadió, agradeciendo la presencia de numerosos fieles y sacerdotes.
En su mensaje final, el prelado invitó a la comunidad a mantener viva la esperanza en medio de las dificultades: “Que pidamos a Dios siempre que nos dé esperanza a pesar de las situaciones que pueden desalentarnos, especialmente la esperanza en los hogares, en las instituciones y de modo muy especial en nuestras parroquias”.
La celebración marcó un momento significativo para la Iglesia local, que continúa preparándose espiritualmente durante este año jubilar, reafirmando su fe y su misión de ser portadora de esperanza en el mundo actual.
Después de la misa, oficiada por Monseñor Rogelio Cabrera López, la Catedral del Espíritu Santo fue el escenario para el Concierto de Adoración con la participación de Carlos Omar y Miriam, y de Celinés Díaz.