Estados Unidos canceló las licencias que permitían a empresas extranjeras operar en la industria petrolera y de gas de Venezuela, en un nuevo endurecimiento de sanciones impuestas desde 2019. Aunque el anuncio no menciona compañías específicas, la medida sigue a la revocación del permiso de Chevron, lo que ha generado expectativas sobre posibles restricciones a las europeas Repsol y Maurel et Prom.
El diario The Wall Street Journal informó que Washington ordenó a la firma Global Oil Terminals, vinculada al magnate Harry Sargeant III, cesar sus actividades en Venezuela. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) otorgó a Chevron un plazo hasta el 27 de mayo para liquidar sus operaciones, tras una prórroga de la fecha límite inicial del 3 de abril.
Venezuela, tercer mayor proveedor de crudo para EE.UU. después de Canadá y México, enfrenta un impacto significativo en su industria energética con esta decisión, que también afecta a compañías de gas vinculadas a la estatal PDVSA. La medida refuerza la presión sobre el gobierno venezolano en medio de tensiones geopolíticas y económicas.