La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó sus proyecciones y anticipa que México entrará en recesión en 2025 y 2026, mientras que Estados Unidos y Canadá experimentarán una desaceleración en su crecimiento. Según el Panorama Económico Intermedio presentado por el organismo, se espera que la economía mexicana decrezca un -1.3% en 2025 y un -0.6% en 2026, lo que lo convierte en el único país miembro de la OCDE con cifras negativas para esos años. Este ajuste representa un cambio significativo en comparación con la estimación previa de un crecimiento del 1.2% para 2025.
La OCDE señaló que las tensiones comerciales entre los países del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) influyen en estas perspectivas. En particular, se prevé la imposición de aranceles estadounidenses del 25% a partir de abril, lo que podría desatar represalias de México y Canadá, afectando aún más el intercambio comercial. Mientras México enfrentará una recesión, Estados Unidos crecerá un 2.2% en 2025 y reducirá su crecimiento a 1.6% en 2026, mientras que Canadá se desacelerará a un 0.7% durante ambos años.
A nivel mundial, la OCDE estima un crecimiento del 3.1% para 2025 y una ligera reducción al 3% en 2026, aunque advierte que las políticas comerciales proteccionistas podrían aumentar los costos de producción y consumo, lo que impactará negativamente a las economías emergentes. Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, subrayó que la fragmentación del comercio internacional representa un riesgo significativo para la estabilidad económica global, generando volatilidad en las monedas de los países en desarrollo.
El organismo recomendó a los gobiernos implementar reformas que mejoren la productividad, faciliten la adopción de nuevas tecnologías y reduzcan las cargas regulatorias para las empresas. Asimismo, pidió a los bancos centrales mantenerse atentos a la incertidumbre mundial y actuar con decisiones fiscales que garanticen la sostenibilidad de las deudas. La OCDE advirtió que, sin medidas concretas, la combinación de tensiones comerciales, inflación y bajo crecimiento podría prolongar la crisis económica en la región y agravar la recesión en México.