Más de dos docenas de organizaciones religiosas, que representan a millones de fieles en EE.UU., demandaron al gobierno de Trump por permitir redadas migratorias en lugares de culto.
WASHINGTON, D.C.- Más de 25 grupos cristianos y judíos han presentado una demanda federal contra la administración de Donald Trump, impugnando una nueva política que otorga a agentes de inmigración mayor libertad para realizar arrestos en iglesias, sinagogas y otros lugares de culto.
Los demandantes argumentan que estas acciones generan miedo en sus comunidades y afectan su derecho constitucional a practicar la fe sin temor a represalias.
El litigio, presentado en un tribunal de Washington, señala que las redadas han reducido la asistencia a servicios religiosos y han afectado programas de apoyo comunitario, como comedores sociales y refugios para inmigrantes.
Entre los firmantes figuran la Iglesia Episcopal, la Unión para el Judaísmo Reformista, la Iglesia Metodista Episcopal Africana, los Menonitas y la Asociación Unitaria Universalista, entre otros.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y sus agencias de inmigración son los principales señalados en la demanda.
Según los denunciantes, la nueva política eliminó las restricciones previas que exigían órdenes judiciales o autorizaciones especiales para operativos en templos, escuelas y hospitales.
DIVISIÓN DE POSTURAS
Mientras los demandantes consideran que la medida atenta contra la libertad religiosa, el Departamento de Justicia argumenta que no hay pruebas de daño directo y que la ley de inmigración siempre ha permitido operativos en lugares de culto.
El abogado Mat Staver, fundador de la organización cristiana conservadora Liberty Counsel, defiende la postura del gobierno: “Los templos no pueden ser refugios para quienes infringen la ley”, afirmó.
Por otro lado, líderes religiosos como el obispo episcopal Sean Rowe sostienen que las redadas atemorizan a los fieles, afectando la misión espiritual de las iglesias. “No podemos rezar libremente si algunos viven con miedo”, señaló.
CASOS QUE REFUERZAN LA DEMANDA
Uno de los incidentes citados en la demanda es el arresto de un inmigrante hondureño fuera de una iglesia en Atlanta, mientras su familia asistía al servicio religioso.
También se menciona la drástica reducción en la participación de inmigrantes en programas comunitarios por miedo a ser detenidos.
Pese a la magnitud del caso, la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. no se unió a la demanda, aunque ha criticado la política migratoria de Trump.
En tanto, el papa Francisco se pronunció en contra de las deportaciones masivas, calificándolas de un atentado contra la dignidad humana.
Con la demanda en curso y un país polarizado sobre la inmigración, la disputa sobre los límites entre la seguridad nacional y la libertad religiosa podría terminar en la Corte Suprema.
