POR José Inés Figueroa Vitela
Por mucho tiempo padecimos los malos servidores públicos, que solo pensaban en la inversión pública como la fuente de su enriquecimiento personal.
Las acciones públicas se fueron degradando hasta el punto de volverse nulas, en la medida que los diezmos cobrados a las empresas por los corruptos funcionarios, fueron creciendo, suplantando el rol de las contratistas a través de prestanombres, para quedarse de plano con todo el presupuesto.
Las factureras, las empresas simuladas, las que se crearon de manera cíclica, ex profeso, en los sexenios, sin contar con los conocimiento, experiencia y equipo para servir al Estado y al pueblo, destinatario final del producto de los impuestos, fueron el motor de la caída del viejo sistema.
En el caso específico de las estructuras hídricas, igual la tecnificación y optimización del uso del vital líquido se perdió con obras reportadas, pero no ejecutadas.
Entre otras, mal hechas, solo para garantizar el pago de las estimaciones por “avance de obra”, aunque no dejaron de ser la grieta por donde perdió y se sigue perdiendo el líquido.
La novedad es que la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO ha diseñado todo un plan nacional para dar respuestas efectivas y duraderas al mejor uso del agua.
Se trata de cumplir compromisos y asegurar la viabilidad de la producción primaria, sin amagar el derecho humano de acceso al agua potable, es decir, mantener el riego agrícola y garantizar el abasto citadino.
En esa estrategia, que en una primera etapa considera inversiones importantes para 13 de los 86 distritos de riego con que cuenta el país, al menos dos, de manera directa corresponden a Tamaulipas.
Las dos, sin detrimento de otras acciones que igual impactan el interés hídrico del terruño, como es la consumación del viejo proyecto del colector periférico de la metrópoli regiomontana para compensar las quitar por la presa El Cuchillo.
De eso se trató el convenio firmado ayer en Palacio estatal, por el Gobierno liderado por el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, el Gobierno Federal a través de la Comisión Nacional del Agua.
Además, por supuesto, de los beneficiarios en el destino del convenio: la Tecnificación del Distrito de Riego 026 Bajo Río San Juán, con sus concesionarios regantes.
Es una inversión con una cobertura que no tiene precedentes.
Invertir 4 mil 150 millones de pesos para revestir de concreto 200 kilómetros de canales, por 229 kilómetros más entubar otros canales secundarios y 30 estructuras a rehabilitar, así como tecnificar y nivelar 6 mil 200 hectáreas de terrenos.
Se lee fácil, pero es una acción titánica.
Puntualmente, es el cumplimiento del compromiso 98 que durante su toma de protesta hizo la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO y que ha de concluirse, dentro de la administración del doctor AMÉRICO, se reiteró ayer.
Para llegar a este punto, se hicieron más de diez reuniones con los involucrados y recorridos de campo.
Para iniciar las obras propiamente dichas, programado hacia el mes de julio del año corriente, en estos meses van a afinarse y terminarse los proyectos técnicos y realizarse las licitaciones públicas.
En todo, desde ahora y hasta la conclusión de las obras, operará un Comité de Evaluación, integrado por servidores públicos y productores, dando seguimiento a todas las acciones dispuestas, adicionales a todos los órganos de control institucionales y externos.
En el pasado, hasta se pagaba a “presas privadas” -más prestanombres del funcionario jefe en turno- para justificar y multiplicar el saqueo presupuestal hacia bolsillos privados.
Eso ya no pasa; ni volverá a pasar en esta construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación.
Hoy se trata de dar soluciones y la instrucción viene directa, desde la cúpula en el liderazgo político y administrativo personificado por la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
Para el caso de Tamaulipas, con el acompañamiento del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien ha mostrado su mayor interés y ha sido el primer gestor, a más, aportante, para la cristalización de esta vieja aspiración.
La inversión federal, complementada por el Estado, tndrá un tercer componente, en la aportación que los propios usuarios del 026 han aceptado hacer, como signo de confianza en las utilidades, agradecimiento y reconocimiento a su visión.
¿Alguien pretende más garantías?
Los tiempos cambian y ahora lo hacen para bien.
