El iceberg más grande del mundo, conocido como A23a, finalmente ha comenzado su viaje tras permanecer estancado por más de tres décadas en el lecho marino del mar de Weddell, en la Antártida. Este coloso de hielo, que se desprendió de la plataforma de hielo Filchner en 1986, pesa aproximadamente un billón de toneladas y tiene un tamaño equivalente al doble de la ciudad de Londres.
El British Antarctic Survey (BAS) confirmó que, después de quedar atrapado en febrero pasado por una columna de Taylor, fenómeno que lo mantuvo girando en el mismo lugar, A23a logró liberarse y ahora se desplaza por el Océano Austral. Según el Dr. Andrew Meijers, oceanógrafo del BAS, este evento ofrece una oportunidad única para estudiar cómo su desplazamiento afectará al ecosistema local, ya que los icebergs suelen liberar nutrientes en su paso, fomentando ecosistemas ricos en áreas que generalmente son menos productivas.
Imágenes satelitales muestran que el iceberg sigue la Corriente Circumpolar Antártica hacia la isla subantártica de Georgia del Sur. En esta región, las temperaturas más cálidas podrían fragmentarlo, acelerando su derretimiento. Este proceso, aunque impulsado por el cambio climático, podría tener beneficios ecológicos.