Corea del Norte ha enviado cerca de 8 mil soldados a la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, en lo que representa una inesperada escalada en el conflicto europeo. Según Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, estas tropas, parte de un contingente de 10 mil norcoreanos que llegaron a Rusia, podrían unirse al frente de combate en los próximos días. Esta declaración se realizó tras una reunión con altos funcionarios de defensa y relaciones exteriores de Estados Unidos y Corea del Sur, quienes expresaron una profunda preocupación por la creciente participación de Pyongyang en el conflicto en Ucrania.
Las fuerzas norcoreanas han recibido entrenamiento intensivo de parte del ejército ruso, especializado en artillería, drones y tácticas de infantería como la limpieza de trincheras, lo cual sugiere que su despliegue podría ser inminente. Blinken advirtió que si estos soldados intervienen en operaciones de apoyo o en combate directo contra Ucrania, se considerarán objetivos militares legítimos. Al respecto, las autoridades estadounidenses y surcoreanas están discutiendo varias estrategias de respuesta a la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte. Para Blinken, el recurso de Moscú a soldados extranjeros representa una “clara señal de debilidad” en la llamada “guerra picadora de carne” que enfrenta en Ucrania.
Junto a Blinken, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, adelantó que en los próximos días se anunciará una nueva ayuda en seguridad para Ucrania. Además, ambos funcionarios coincidieron en que China debería desempeñar un rol más activo para frenar las acciones provocativas de Corea del Norte, especialmente en lo referente a su intervención en el conflicto ucraniano. Esta semana, Blinken mantuvo conversaciones con Beijing para exponer la situación y alentar su mediación, subrayando la urgencia de evitar una mayor desestabilización en la región.
El despliegue de tropas norcoreanas podría suponer un cambio significativo en la guerra en Ucrania, y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre Rusia y Corea del Norte, así como sobre la estabilidad geopolítica en Asia.