Los legisladores rusos han aprobado en primera lectura un proyecto de ley que prohibirá la promoción de una vida sin hijos, en un intento por fortalecer los valores familiares tradicionales. La medida surge en un contexto de crisis demográfica que se ha agravado tras el conflicto en Ucrania. El proyecto fue aprobado por unanimidad en la Duma, la Cámara Baja del Parlamento, y aún debe ser votado en segunda y tercera lectura antes de ser implementado.
Los autores del proyecto, entre ellos la presidenta del Consejo de la Federación, Valentina Matvienko, y el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, argumentan que la promoción de la ideología de no tener hijos socava los valores tradicionales rusos y contribuye a la despoblación. Aunque el texto no impone restricciones sobre la decisión personal de una mujer de no tener hijos, busca limitar el contenido que promueve este estilo de vida, considerado por los legisladores como «destructivo».
Volodin aclaró que la ley no prohibirá la decisión individual de las mujeres, sino que está enfocada en erradicar la propaganda que pueda influir en esa elección. Las multas por incumplimiento serán considerables: personas físicas podrían enfrentar sanciones de hasta 400 mil, mientras que funcionarios y entidades legales enfrentarían multas aún mayores.
Esta nueva ley se enmarca en la política del presidente Vladimir Putin de defender los valores tradicionales en contraste con lo que él califica como la «decadencia» de Occidente. Desde su llegada al poder en 2000, Putin ha priorizado frenar la crisis demográfica del país, aunque sin éxito.