En una audiencia virtual llevada a cabo por un tribunal salvadoreño, se inició el proceso de imposición de medidas contra 492 líderes de la temida Mara Salvatrucha (MS-13), quienes enfrentan acusaciones que abarcan más de 37,000 delitos, incluyendo más de 500 homicidios. La Fiscalía General de la República (FGR) anunció en redes sociales el inicio de esta audiencia, destacando que los crímenes imputados a estos individuos se cometieron entre 2012 y 2022.
El subdirector fiscal contra la criminalidad, Max Muñoz, informó que los cargos contra estos líderes de la MS-13 incluyen homicidio, desaparición de personas, extorsiones, tráfico de armas, trata de personas y el delito de rebelión contra el sistema democrático de El Salvador. La acusación de rebelión se basa en la presunta participación de la Mara Salvatrucha en acciones armadas con el objetivo de controlar parte del territorio salvadoreño.
Este juicio masivo ocurre días después de que el presidente Nayib Bukele se autoproclamara reelegido con un 85% de votos, resaltando su «guerra» contra las pandillas como un punto clave en su gestión. Cabe mencionar que El Salvador ha estado bajo un estado de excepción durante dos años, con detenciones masivas y liberaciones posteriores, generando críticas de organismos de derechos humanos por detenciones arbitrarias, torturas y muertes en prisión.
Además de los múltiples delitos imputados, los pandilleros de la MS-13 son acusados de controlar el 80% del territorio salvadoreño, cobrar impuestos, administrar su propia justicia y operar con un grupo armado para alcanzar sus objetivos. La audiencia se llevó a cabo con la conexión de 10 centros penales donde se encuentran los acusados, utilizando la tecnología para facilitar el proceso judicial.
Este juicio masivo refleja los esfuerzos del gobierno salvadoreño por combatir el crimen organizado y las pandillas, una problemática que ha afectado al país desde el fin de la guerra civil en 1992. Las investigaciones indican que cada miembro de la pandilla debía recibir órdenes y aprobación de los líderes para cometer cualquier delito, demostrando así la jerarquía y estructura organizativa de la Mara Salvatrucha.