Canadá ha anunciado la postergación de un año en la implementación de la ley de eutanasia para pacientes con enfermedades mentales, inicialmente programada para marzo de 2023. El gobierno, respaldado por el ministro de Salud, Mark Holland, argumenta que los médicos aún no han recibido la formación adecuada y que se requiere más tiempo para garantizar salvaguardias adecuadas.
La legislación canadiense aprobó la muerte asistida por médicos para pacientes terminales en 2016, y la expansión para incluir a aquellos con enfermedades mentales estaba programada para entrar en vigencia en marzo de 2023. Sin embargo, el gobierno de Ottawa ha decidido retrasar la aplicación debido a la falta de preparación y capacitación de los profesionales de la salud.
Mark Holland, al respaldar las conclusiones de un informe de una comisión parlamentaria, expresó que el sistema aún no está listo y que se presentarán nuevas normativas en los próximos días para extender aún más el plazo, aunque no especificó cuánto tiempo.
El Comité Mixto Especial sobre Asistencia Médica a Morir indicó que muchos profesionales de la salud continúan preocupados por cuestiones como la distinción entre las solicitudes de eutanasia y las de suicidio, así como la protección de los más vulnerables en la sociedad. Según el comité, solo alrededor del 2% de los aproximadamente 5,000 psiquiatras canadienses han recibido la formación necesaria.
Este retraso refleja la sensibilidad y la complejidad de la cuestión, subrayando la importancia de garantizar que los procedimientos relacionados con la eutanasia, especialmente en el ámbito de la salud mental, se realicen de manera cuidadosa y considerada.