El ambicioso paquete de reformas económicas y ajuste fiscal propuesto por el presidente Javier Milei se encuentra actualmente en un impasse en el Congreso argentino debido a la falta de respaldo político tanto de fuerzas parlamentarias como de varias provincias. El rechazo, liderado por la oposición peronista de Unión por la Patria y sectores afines de centroderecha, ha llevado al oficialismo a renunciar a casi la mitad de los artículos originalmente propuestos.
La «Ley Ómnibus», presentada por Milei en diciembre, abarca más de 600 artículos que buscan reformar numerosas leyes y normativas del sistema económico y político argentino. A pesar de los esfuerzos del gobierno, el rechazo persistente ha obligado a reconsiderar el alcance y la viabilidad del proyecto.
Las tensiones se intensificaron cuando gobernadores centroderechistas de provincias afectadas por el ajuste fiscal propusieron nuevos cambios en el sistema de coparticipación de impuestos con el Estado central. Este nuevo desarrollo ha generado incertidumbre sobre la continuación del debate legislativo.
El gobierno, anticipándose a las resistencias, retiró el viernes aspectos fundamentales del proyecto, como moratorias fiscales, cambios en impuestos al patrimonio, a los altos ingresos y a las exportaciones, así como modificaciones en el cálculo del aumento de jubilaciones. A pesar de estos ajustes, la oposición sigue manifestando objeciones a propuestas como la privatización de unas 40 empresas públicas y la asignación de «facultades delegadas» discrecionales a Milei para tomar medidas sin control del Congreso.
La «Ley Ómnibus» se complementa con un extenso decreto de 366 artículos emitido por Milei, el cual ha enfrentado suspensiones parciales por tribunales y debe ser considerado por una comisión bicameral del Congreso. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha advertido que mantendrá su objetivo de lograr un «déficit cero» en 2024, a través de recortes adicionales de gastos, generando así un escenario de incertidumbre económica y política en Argentina.