En el 2023 no pegó ningún huracán que abasteciera las presas del noreste de México. Confirma CIER que ello pone en riesgo las ciudades fronterizas, que no cuentan con infraestructura que permita enfrentar falta de líquido, como la crisis que vive el vecino estado de Nuevo León.
Actualmente el agua que pasa por el río Bravo es producto de la extracción de las presas y no por las lluvias que en lo que va de este enero, han sido escasas.
Este 2024 no pinta nada bien para el almacenamiento de agua en las presas que suministran agua a parte de la frontera de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, y al no presentarse un huracán en el 2023 en el Golfo de México, el panorama no es nada alentador.
Se confirma que se han eliminado los riesgos agrícolas y con los bajos porcentajes de las presas, apenas en un 16 y 27% en el caso del “cuchillo” y “la amistad”, de no llover de manera copiosa, o que llegará un huracán, este año será muy complicado para la frontera de Tamaulipas, incluido Nuevo Laredo el tener agua suficiente.
El Centro Internacional de Estudios del Río Bravo (CIER) confirmó que los bajos niveles en las presas en este momento si significan una alerta y por ello las autoridades deben de administrar el suministro de agua e iniciar con la construcción de infraestructura que permita tener un lugar emergente (pozos de agua) de donde abastecer de agua a las áreas urbanas.
Hasta el momento en toda la frontera de Tamaulipas no existe ningún pozo de agua y de ahí el miedo a que se termine el agua de las presas, porque entonces la situación sería desesperante.
“Es una obligación de los gobiernos el generar infraestructura que permita estar preparados para una sequía. Quien no dice que no se va a presentar una sequía, quien nos afirma que no se ha presentado una, nadie, de ahí la importancia de generar pozo de agua, porque en toda la frontera, incluido Nuevo Laredo no hay un solo pozo de agua. el bajo nivel de las presas ya debe ser una alerta que señala que será un año complicado de no caer una lluvia importante y por lo que vemos, este año 2024 será en el mismo tenor, un bajo nivel de lluvia, así que tenemos que prepararnos “, dijo Gustavo Pantoja, director del Centro Internacional del Río Bravo (CIER).
