En un giro significativo, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, candidatas de Morena y la coalición Fuerza y Corazón por México respectivamente, han abandonado su política de no agresión, marcando el inicio de un enfrentamiento directo en la recta final de la precampaña presidencial mexicana. A pesar de la aparente calma durante los procesos internos de sus partidos y la precampaña, las tensiones han escalado en los últimos días.
Sheinbaum dio el primer golpe al retar a Gálvez a explicar la estrategia contra el narcotráfico durante el sexenio de Felipe Calderón, mencionando el nombre de Genaro García Luna, exsecretario de seguridad condenado en Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico. Gálvez respondió retando a Sheinbaum a debatir en tono jocoso, subrayando diferencias en la percepción del estado actual de México.
El enfrentamiento ha continuado con Gálvez cuestionando la postura de Sheinbaum respecto a la guerra contra el narcotráfico, desafiándola a preguntar a su exsecretario de seguridad, Omar García Harfuch, sobre sus opiniones y relaciones. La candidata de Morena respondió, dando lugar a una serie de dimes y diretes.
En un nuevo desarrollo, Gálvez ha propuesto un debate esta semana sobre seguridad, salud y corrupción, desafiando los tiempos establecidos por el Instituto Nacional Electoral. Aunque el dirigente de Morena, Mario Delgado, asegura la participación de Sheinbaum en los debates oficiales, aún no se ha pronunciado sobre los propuestos por Gálvez.
Este cambio en la dinámica de la contienda presidencial añade un elemento de tensión y confrontación, transformando lo que parecía ser una competencia tranquila en una carrera más disputada y llena de color a solo dos días del cierre de las precampañas.