El director general de Moderna, Stéphane Bancel, informó a la AFP sobre la posible disponibilidad en un plazo de dos años de una vacuna experimental contra el melanoma, la forma más grave de cáncer de piel, lo que supondría un hito histórico en su lucha.
Según las estimaciones, en 2020 se reportaron a nivel mundial 325,000 nuevos casos y 57,000 muertes por esta enfermedad.
Bancel reveló que la vacuna terapéutica de Moderna, diseñada para tratar la enfermedad en lugar de prevenirla, utiliza la tecnología de ARN mensajero (ARNm), la misma eficaz contra variantes graves de Covid-19. En ensayos clínicos, combinada con el fármaco de inmunoterapia Keytruda de Merck, demostró reducir el riesgo de recurrencia o muerte en un 49% durante tres años.
Los resultados mostraron una mejora en las posibilidades de supervivencia y una reducción significativa en el riesgo de recurrencia o muerte. Bancel también destacó la viabilidad de esta vacuna en términos de efectos secundarios y su prometedor impacto en oncología, donde una de cada dos personas tratadas sobrevivió en comparación con el mejor producto del mercado.
La aprobación condicional de la vacuna podría basarse en los estudios clínicos existentes, seguidos por un estudio más amplio en 2024. Tanto la FDA como la Agencia Europea de Medicamentos han acelerado la revisión de esta terapia.
Moderna está invirtiendo en una nueva fábrica para garantizar un suministro suficiente y está explorando vacunas similares contra otros tipos de tumores. La empresa espera combinar estas vacunas con pruebas innovadoras que detectan signos tempranos de tumores, mejorando así la eficacia de sus medicamentos. Otras compañías, como BioNTech, también están trabajando en vacunas terapéuticas individualizadas contra el cáncer.