Las remesas enviadas por migrantes mexicanos desde los Estados Unidos han experimentado una tendencia a la baja durante 14 meses consecutivos, según las proyecciones mensuales de Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base. Esta situación se atribuye a una serie de factores, incluyendo la inflación y la apreciación del peso mexicano frente al dólar.
De acuerdo con las estimaciones, se prevé una contracción anual del 8.4% en el poder adquisitivo de las remesas para diciembre de 2023, lo que marcaría la primera caída desde 2013 y la más pronunciada desde 2010. Esta disminución se deriva de la combinación de un crecimiento proyectado de las remesas en dólares del 9.3%, una inflación del 4.6% y un tipo de cambio promedio de 17.69 pesos por dólar.
En octubre de 2023, las remesas registraron una reducción del 5.93% en comparación con el mismo período del año anterior, atribuible a la apreciación del peso mexicano en un 9.52% y una inflación anual del 4.26%.
El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) destacó que, a pesar de este declive, el porcentaje del ingreso de los migrantes destinado a remesas en México aumentó a 18.5% en el tercer trimestre de 2023, frente al 17.3% y 17.5% en 2021 y 2022 respectivamente.
Se espera que en 2024 se observe una mejora en el panorama de las remesas, proyectándose un crecimiento del 6.9% en el poder adquisitivo de estas, basado en un aumento del 8.0% en las remesas en dólares, una inflación del 3.5% y un tipo de cambio de 18.33 pesos por dólar.
Este escenario refleja la constante adaptación de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, quienes han priorizado el apoyo a sus familias en México, a pesar de las dificultades económicas y el desafío de un poder adquisitivo menguante en sus envíos monetarios.