Monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, (CEM), nombrado además Administrador Apostólico de la Diócesis de Nuevo Laredo estuvo ayer en la ciudad en visita oficial para reunirse con sacerdotes y elaborar una agenda de trabajo mientras se asigna un nuevo Obispo.
La presencia del Administrador Apostólico en la Diócesis de Nuevo Laredo será eventual debido a las múltiples ocupaciones que desempeña; ayer en conferencia de prensa anunció que colaborará con él, el Obispo Auxiliar, César Garza con algunas visitas a la ciudad.
“No radicaré aquí tengo que continuar como Arzobispo de Monterrey, y las tareas que tengo como presidente de la Conferencia Episcopal de México, no obstante mi agenda bastante fuerte el Papa me pidió coordinar, porque aquí todo funciona bien pero yo tengo que venir a acompañar y hacerlo”, dijo.
Mencionó que en esa labor le ayudará el Obispo Auxiliar de Monterrey, César Garza, quien también vendrá a estar con los sacerdotes para activar la Pastoral.
“Es la fórmula de esto, precisamente voy a elaborar el programa ya me entregaron las fechas en las que me conviene estar presente pero también tengo que hacer una agenda de trabajo para atender los decanatos, e iniciar un diálogo personalizado con los sacerdotes”, precisó.
Respecto a su asistencia a las próximas fiestas patronales que se acercan como es la celebración a la Virgen de Guadalupe que es una de las más importantes celebraciones de la Iglesia Católica dijo estar viendo sus actividades.
“Tengo que compaginar con las actividades de Monterrey, tenemos una actividad muy importante el 6 de diciembre se va a coronar de manera pontifical, el Papa autorizó una coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe en la Basílica de Monterrey, entonces tengo ahorita esa tarea inmediata muy bonita para Monterrey”, mencionó.
Agregó que el Nuncio Apostólico Joseph Spiteri estará presente el 6 de diciembre, entonces ahí tratará de hacerlo corresponsablemente.
“Lo único que puedo decir es que tomo en serio esta tarea y buscaré la manera de hacerse presente en los momentos más importantes”, puntualizó.
De 6 meses a un año y medio Por otra parte indicó que la designación del Obispo para la Diócesis es indeterminada, pero ahora los tiempos de vacancia son más breves; y cree que es en una gama entre 5 meses y un año y medio.
“No hay tiempo pero se estima en que mínimo tiene que ser 5 meses pero puede ser más que tardaría un proceso de selección de candidatos para enviar a Roma, todo el proceso lo hace el Nuncio Apostólico en la ciudad de México”, aclaró.
Finalmente dijo descartarse como Obispo para Nuevo Laredo y no cree que pueda darse porque generalmente el último cambio se los hacen hacia los 69 o 70 años, y cuando se rebasa esa edad ya es complicado; porque además tienen que renunciar a los 75 años cumplidos, entonces no es candidato posible para ese cargo.










