La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ha emitido una advertencia crítica sobre la situación en Gaza. A pesar de la apertura del paso de Rafah el pasado 21 de octubre, el suministro de alimentos en el territorio palestino sigue siendo extremadamente escaso, cubriendo apenas el 7% de las necesidades básicas de la población.
Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA con sede en Roma, expresó su preocupación por la inminente amenaza de hambruna que enfrentan los habitantes de Gaza. Con el invierno acercándose rápidamente, la falta de refugios adecuados, agua potable y suministros de alimentos ha colocado a los civiles en una situación crítica, donde la posibilidad de morir de hambre es inmediata.
El PMA resalta la escasez de pan, un alimento fundamental para la población de Gaza, y señala que la apertura del paso de Rafah no ha logrado satisfacer las necesidades alimentarias del territorio. Además, la falta de combustible está obstaculizando las operaciones humanitarias, incluida la distribución de ayuda alimentaria.
La situación humanitaria se ha agravado desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hamás. A pesar de las cifras reportadas, la ONU alerta que el número de víctimas podría ser significativamente mayor a lo informado, con más de 11,500 muertes, incluyendo 4,700 niños, según el gobierno de Hamás.
Es crucial la atención urgente a esta crisis humanitaria en Gaza para evitar una catástrofe mayor que ponga en peligro la vida de miles de personas que enfrentan condiciones extremadamente precarias y carencias básicas para su supervivencia.