SpaceX está alistando su segundo intento de lanzamiento del Starship, el cohete más grande del mundo, con una serie de 63 correcciones tras la experiencia inicial de abril. Estas correcciones abarcan rediseños de hardware para evitar fugas e incendios, así como mejoras en la plataforma de lanzamiento para garantizar una mayor robustez.
El lanzamiento está programado para el 17 de noviembre, sujeto a la aprobación regulatoria de la Administración Federal de Aviación (FAA). Esta nave, el Starship, es crucial para las misiones Artemis de la NASA, las cuales tienen como objetivo retornar a la Luna, siendo una versión adaptada considerada como módulo de aterrizaje para llevar astronautas a la superficie lunar.
En su primer intento en abril, el Starship tuvo problemas con varios motores, lo que llevó a SpaceX a detonarlo tras unos minutos de vuelo. Tras una investigación de seguridad por parte de la FAA, que concluyó a fines de octubre, ahora la compañía ha recibido la aprobación para el segundo vuelo de prueba.
SpaceX ha trabajado en mejoras significativas, incluyendo rediseños en hardware, plataforma de lanzamiento y un sistema de «diluvio» de agua para atenuar ondas acústicas y vibraciones perjudiciales al arrancar los motores. El objetivo fundamental es la reutilización completa del Starship para reducir costos, aunque en la primera prueba las dos etapas no lograron separarse en vuelo.
El propietario de SpaceX, Elon Musk, mencionó que probar el nuevo sistema de separación sería la parte más riesgosa de este segundo ensayo.