El miércoles 25 de octubre de 2023, el huracán Otis, alcanzando la máxima categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, impactó la costa cerca de Acapulco, en el Pacífico mexicano, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. Este poderoso huracán presentaba vientos sostenidos de 270 km/h y ráfagas de hasta 330 km/h.
El informe del NHC y del Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN) advirtió sobre la potencial catastrófica del fenómeno, con riesgo de inundaciones costeras potencialmente mortales en áreas cercanas al punto de impacto. Lo sorprendente de Otis fue su rápida intensificación, ya que el día anterior todavía era una tormenta tropical, tomando por sorpresa a las autoridades y residentes, especialmente en el estado de Guerrero.
En Acapulco, una ciudad con alrededor de 780,000 habitantes, los residentes se apresuraron a comprar suministros de agua y alimentos, mientras comercios y hogares se preparaban cubriendo ventanas con maderas y cinta adhesiva. Los hoteles en la zona informaron de una ocupación del 50% y aconsejaron a los turistas quedarse en sus alojamientos. Para los residentes en zonas de riesgo, se habilitaron más de 500 refugios.
Es importante destacar que la historia de Acapulco con huracanes es dolorosa, ya que el huracán Paulina, de categoría 4, impactó en la ciudad el 9 de octubre de 1997, dejando más de 200 personas fallecidas y siendo uno de los huracanes más letales en la historia de México.
El SMN mantuvo en alerta un tramo de casi 500 kilómetros que se extendía desde Punta Maldonado hasta Zihuatanejo, en Guerrero, y partes de la costa del estado vecino de Oaxaca, en el sur del país. Las autoridades estaban tomando medidas para proteger a la población y a los visitantes en la región frente a esta amenaza meteorológica.
