Según los resultados de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se ha observado un preocupante aumento en el trabajo infantil en México en los últimos tres años, a pesar de la presencia de la pandemia de COVID-19. En 2022, se registraron tres millones 371 mil 867 niños y adolescentes mexicanos de entre 5 y 17 años que informaron haber trabajado en ocupaciones no permitidas o tareas domésticas inapropiadas. Esto representó un aumento de 462 mil 472 menores en comparación con 2019.
Mauricio Rodríguez, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, informó en una conferencia de prensa que esta situación resultó en un incremento en la tasa de trabajo infantil, pasando del 11.4% en 2019 al 13.1% en 2022 en la población de 5 a 17 años.
El trabajo infantil afectó a géneros de manera desigual, con una tasa de trabajo infantil masculino de 15.5% y una tasa de trabajo infantil femenino de 10.7%, las más altas desde que se comenzó a llevar registro en 2015.
Por entidad federativa, las tasas más elevadas de trabajo infantil se presentaron en Guerrero (24.5%), Chiapas (20.8%) y Nayarit (19.1%), mientras que las tasas más bajas se registraron en Ciudad de México (4.0%), Coahuila de Zaragoza (6.4%) y Baja California (6.5%).
La encuesta también reveló que el 37.6% de los menores en trabajo infantil no recibió ingresos por sus labores, y el 47.9% ganó como máximo un salario mínimo. Los sectores con mayor presencia de niños trabajadores en ocupaciones no adecuadas incluyeron la agricultura y ganadería (33.0%), los servicios (23.2%) y el comercio (21.5%).
Es importante destacar que el trabajo infantil abarca tres categorías: niños en ocupaciones no permitidas por la ley, aquellos que ponen en peligro su salud o bienestar y afectan su desarrollo físico o mental; quienes realizan tareas domésticas en condiciones inadecuadas en sus hogares, y los que llevan a cabo tanto labores ocupacionales como tareas domésticas inapropiadas.