En un panorama alarmante, la extorsión se ha convertido en una fuente de ingresos millonarios para la delincuencia, explotando a abarroteros en más del 53% del país, revela la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
El presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, ha advertido que más de un millón de negocios tradicionales se ven obligados a destinar un 20% de sus ventas para enfrentar cuotas de protección, derechos de piso y extorsiones.
Esta preocupante situación no se limita a unas pocas áreas, sino que afecta a 17 estados de la República, es decir, a más de la mitad del territorio nacional.
El reporte destaca que los estados más afectados por estas extorsiones a dueños de tienditas son Guerrero, Colima, Tamaulipas, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro.
«La gobernabilidad es difícil de mantener en gran parte del país, impactando negativamente en las actividades empresariales, productivas y comerciales de estas zonas», señala Cuauhtémoc Rivera.
La violencia contra los pequeños comerciantes ha llevado a la reducción de horarios de venta en estos estados para evitar ser víctimas de asaltos con armas blancas, armas de fuego y secuestros exprés.
El pago de cuotas de protección ha escalado significativamente, pasando de 200 pesos a montos que oscilan entre 500 pesos y 20 mil pesos. Incluso, los negocios más exitosos no están exentos de esta amenaza.
En una curiosa distorsión de la realidad, el «derecho de piso» se ha enmascarado como un contrato de seguridad. Rivera destaca que muchos comerciantes han llegado a aceptar la idea de que pagar por este «servicio» garantiza su seguridad y la de sus seres queridos. Sin embargo, esta práctica sigue siendo un delito.
El impacto psicológico y mental en los comerciantes es innegable, ya que viven bajo el temor constante de la influencia de grupos criminales. Cuauhtémoc Rivera destaca que los extorsionadores más efectivos son aquellos que logran vender la ilusión de estar protegiendo en lugar de extorsionar, una creencia que incluso ha arraigado en algunas zonas del país.
En el marco del Día Nacional del Pequeño Comerciante, Rivera hace un llamado a enfrentar esta problemática y a no normalizar una situación que perpetúa la delincuencia y socava la seguridad de los emprendedores locales.