El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que seguirá adelante con su candidatura para regresar a la Casa Blanca incluso si es declarado culpable y sentenciado en alguna de las investigaciones penales que enfrenta.
Esta afirmación surge después de que fiscales federales agregaran tres cargos de delitos graves a la acusación en su contra por el manejo de documentos clasificados.
Cuando se le preguntó sobre si una sentencia desfavorable detendría su campaña, Trump afirmó rápidamente que no, argumentando que la Constitución no lo obliga a hacerlo. Aseguró que ni siquiera las críticas de la izquierda radical le detendrían, calificando a quienes le cuestionan de «enfermos».
Además, el expresidente intentó comparar su situación con la de presidentes anteriores, alegando que también ellos «tomaron documentos» de los archivos de la Casa Blanca. Sin embargo, esto ha sido desmentido, ya que Trump enfrenta acusaciones de poner en peligro la seguridad nacional al mantener información nuclear y de defensa de alto secreto tras dejar el cargo presidencial.
Trump también enfrenta otros cargos por delitos graves en casos relacionados con pagos secretos a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels en Nueva York, y se prepara para enfrentar acusaciones en investigaciones estatales y federales sobre sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020.
Su ventaja en la carrera presidencial republicana ha aumentado considerablemente en las últimas semanas, lo que ha afectado a su rival, Ron DeSantis, quien no ha logrado conectar con los votantes y ha estado envuelto en controversias.
A pesar de las acusaciones y las investigaciones en curso, Trump ha mostrado una postura desafiante y rechaza cualquier irregularidad. Su candidatura sigue en marcha, y él mantiene una fuerte base de apoyo en la campaña presidencial republicana en Iowa. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y sus acciones judiciales podrían tener un impacto significativo en su trayectoria política.