El líder de las autodefensas, Hipólito Mora, fue asesinado en La Ruana, Michoacán, después de sufrir varios ataques.
Mora estuvo inmerso en una guerra que duró más de 10 años, enfrentando extorsiones, robos y amenazas.
A pesar de las acusaciones en su contra, se mantuvo firme en su lucha contra los cárteles y exigía al gobierno acabar con todos sin distinción.
Su muerte representa el fin de un movimiento que ya estaba en decadencia, pero la guerra en México continúa sin cesar.