POR José Inés Figueroa Vitela
Júrelo. Son más los diputados que en su íntima convicción quieren actuar de manera libre y están en desacuerdo con las acciones ilegales, parciales, torcidas, por las que se vieron obligados a votar al cierre del pasado sexenio.
Que la diputada LYNDA MIREYA GONZÁLEZ ZÚÑIGA, de la bancada del PAN, se haya sumado a GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ, de Movimiento Ciudadano y los 17 de extracción morenista, para corregir uno de los mayores entuertos de la legislatura actuante, al cierre del pasado sexenio, tiene su mérito.
En su tiempo, HILARIO GONZÁLEZ –padre de la diputada LYNDA-, también pintó su raya del entonces coordinador de la bancada –donde llegó a ejercer la curul, como suplente, cuando CARLOS GARCÍA se fue de candidato-, al entrar en desacuerdos con la conducción legislativa.
Hoy se trataba solo de restablecer el orden institucional y consolidar la estructura de seguridad, para que el Gobierno estatal pueda cumplir de mejor manera sus responsabilidades, en un área tan sensible que dejó entrampado el anterior gobierno.
Ya el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA había advertido sobre la incongruencia de pasar el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública a otra dependencia que no fuera precisamente la Secretaría de Seguridad Pública.
En su caso, se había adscrito a la Fiscalía General de Justicia del Estado, con todo y el C-3 y el C-5, que operan los exámenes de control y confianza a todas las policías y funcionarios de mayor rango de procuración de justicia, además de la videovigilancia, del Estado.
Mayor aberración no podía haber, además, evidenciado el claro interés porque el estado “se descompusiera”, habiéndole amarrado las manos al nuevo Gobierno estatal para poder ejercer la vigilancia, prevención y persecución del delito.
Igual sacar de la Secretaría de Finanzas la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica, para depositarla en la Fiscalía General del Estado, no tenía otro interés manifiesto que prolongar el manto de impunidad sobre los malos funcionarios del pasado gobierno, después de que dejaran el cargo. Pues también eso se acabó con la contrarreforma de ayer.
Y el pretendido paso de un ente autónomo a un antigobierno paralelo, que significaba el darle facultades a la Fiscalía de decidir quién podía ser proveedor del estado, obligándolos a pagarle, además “certificados de no corrupción”, también se tumbó en la extraordinaria de ayer.
Seguiría darle el “adiós” al fiscal, al auditor superior, magistrados y funcionarios de esas instancias, copadas por activistas políticos del PAN, parientes y cómplices de la familia que asaltó la administración pública estatal en el pasado sexenio.
Sacar el mismo órgano de gobierno del Congreso también a los panistas que asaltaron ese poder, mediante actos coercitivos, desconociendo el mandato de las urnas de junio del año pasado.
A pregunta expresa a la coordinadora de la bancada morenista, ÚRSULA PATRICIA SALAZAR MOJICA, insistió en que la Jucopo debe estar donde tiene que estar, no en quien se la haya robado, o haya hecho cosas que no debía.
Como quiera, siguió confiando en ir a las instancias correspondientes y que las cosas se vayan dando a su paso. “Lo más importante es seguir sirviendo a los tamaulipecos”, acotó y calificó las correcciones en materia de seguridad, como un triunfo de la justicia, de la legalidad.
De la ausencia de los PANISTAS en la sesión extraordinaria de ayer, advirtió, es su responsabilidad personal no asistir a ejercer la representación de la gente que les dio la confianza.
Solo los priistas ALEJANDRA CÁRDENAS, EDGAR MELHEM SALINAS y la panista SANDRA LUZ GARCÍA GUAJARDO habían avisado de su inasistencia por motivos personales, justificando la falta. Otros 14 diputados ni se reportaron.
Muchos de ellos sí aparecieron unos minutos después de que se consumó la sesión plenaria en el recinto legislativo, pero en la sede municipal victorense del PAN, acompañando el registro de las candidatas al Senado.
Empezando por la propia abanderada, la diputada neolaredense IMELDA SANMIGUEL SÁNCHEZ, el dirigente estatal del partido LUIS RENÉ “Cachorro” CANTÚ GALVÁN y hasta el Presidente del Congreso y coordinador de la bancada azul, FÉLIX FERNANDO “El Moyo” GARCÍA AGUIAR.
Este último justificó la ausencia propia y de los suyos diciendo que no eras dictámenes de urgente resolución y significaban dar marcha atrás a la protección que ellos hicieron, para que, como sectorizaron, no se perdieran los avances en seguridad.
En eso desmintió a los dirigentes de su partido y él mismo se desdijo, luego que desde el inicio del nuevo gobierno se la han pasado repitiendo que la inseguridad ya se desbordó.
¿Entonces no funcionaron esas “vacunas” que aseguran ellos aplicaron? Claro, esto y aquello es simple demagogia electorera, fácil y corriente.
La suplencia de la candidatura panista, conforme al convenio de coalición, finalmente recayó en la priista tampiqueña GINA BARRIOS, quien igual se ha candidateado para otros cargos, sin haber ganado elección alguna.
Estuvo acompañada de su flamante dirigente estatal, CARLOS SOLÍS GÓMEZ, quien anda poniendo cara de valiente para asimilar las consecuencia de que de México les sigan imponiendo una coalición, que solo les ha hecho daño, como partido y como actores político, también.