Javier Claudio
Un desplome en ventas de hasta un 35 por ciento resintieron los restaurantes durante la primera quincena de septiembre, como efecto de los índices inflacionarios que determinó las celebraciones septembrinas fueran con comidas tradicionales propias.
El periodo del 12 al 18 de septiembre, que es cuando los restaurantes tienen el alto consumo de comidas propias de temporada, esta vez no fue así, pues nos rebasó la competencia con comidas caseras, declaró Ana Laura García de Anzaldúa.
La empresaria restaurantera adherida a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), dijo que estas ventas septembrinas dejaron de ser alivio para el comercio establecido debido a la fuerte venta informal de comida y a través de redes.
Asintió en la competencia desleal que representan las ventas de calle y a través de redes, debido a que ellos no están fijos, no pagan impuestos ni personal de manera formal en la mayoría de los casos.
“A esto habría que agregarle el incremento en los costos de los insumos y los índices inflacionarios que finalmente se reflejan en las ventas por la falta de capacidad económica”, expuso García de Anzaldúa.
Asintió en que septiembre quedará archivado como un mes de lo más difícil, luego de resentir por encima del ocho por ciento el índice inflacionario acumulado en el año y que limita a su vez el gasto de las familias.
Apuntó que ahora la expectativa de restauranteros es diciembre, el que ya nos sería de ganancia sino más bien de recuperación, siempre y cuando se tenga el caso de que se muevan las ventas.
