Hasta que llovió en mi ranchito, dijo Don Juan Cruz, quien dijo: ‘Dios escuchó nuestras plegarias; con las lluvias fuertes y prolongadas que se vivieron este domingo’.
Placentera resultó la lluvia presentada durante el día domingo desde las primeras horas de la madrugada.
El ambiente se sintió fresco y una muy grata sorpresa para quienes durante la canícula y canícula chica no esperaban más que calor.
‘Hasta que cayó lluvia en mi ranchito’, dijo Don Juan vecino del poniente de la ciudad, quien no pudo decir más que ‘Dios oyó nuestras plegarias y el milagro de la lluvia llegó en pleno agosto’, que aunque había pronósticos nadie esperaba fuera tan fuerte y prolongada como la que se vivió durante todo este domingo.
Ante los diversos tipos de sequía severa que azotan al país, para ser más exactos en toda la región, dónde el sector agropecuario ha sido el más afectado, llámese agricultura o ganadería también ahora con el riesgo de escasea del agua para consumo humano es un temor latente.
En la vecina ciudad de Laredo empezarán en breve a restringir el vital líquido y en el cercano condado de Hidalgo que considera Roma, Río grande, Mission, Edimburg y McAllen en Texas y cercanas a este puerto fronterizo ya han sido declarados zona de desastre por los estragos de la sequía y las altas temperaturas.
Aún falta septiembre, que es un mes de lluvias y de esperanza para revertir la falta de agua de las presas La Amistad y Falcón, que aunque hoy están al 20 y 10 por ciento con las lluvias de septiembre puedan llegar a los niveles aceptables que permitan normalizar el uso de este recurso no renovable.
