JAVIER CLAUDIO
“Cierto, cada vez es más crítica la situación en el campo por la sequía. Ya el rio Salado aparece seco, pero en lo que corresponde a la ganadería aguantamos hasta que nos llueva. Que más le hacemos”, expresó el productor ganadero Felipe Javier Fernández Martínez.
Bajo una agotadora temporada sin registrar lluvias, ya desde el año pasado, dijo que la falta de agua se ha acentuado al ser agotados en su mayor parte los almacenamientos de agua en los ranchos y las presas. Indicó que la caída en la venta de animales mediante la exportación, es otro recurso que se ha resentido, peor aun que el ganado aparece en bajo peso y el ingreso es menor, peor aun en un precio de 1.70 dólares la libra.
El cauce del río salado, fue reportado como “cortado” por los ganaderos desde la semana pasada, luego de dejar de correr agua debido principalmente a la falta de lluvia y carecer de escurrimientos.
“Las sequías nos han dejado experiencia y lo que menos hacemos es vender las vacas. Vendemos los becerros y aun con bajo peso, pero es sólo para resarcir un poco la situación económica pero no las vacas”, expresó.
Asintió en la mala situación de la ganadería en la región y todo Tamaulipas, lo que ha obligado a echar mano de las experiencias de sequías anteriores a fin de paliar la situación en lo más necesario.
“Todos los pronósticos nos han fallado, pues entre ellos teníamos la esperanza de que lloviera al iniciar canícula, como así ha sucedido en varias ocasiones anteriores, pero solo tuvimos nublados”, apuntó Fernández Martínez.
Acerca del reporte de muerte de algunos animales debido a la intensidad de la sequía y la falta de agua, aseguró no se tiene conocimiento debido a que es muy probable que se esté consumiendo lo último de las presas.
