Con una tasa promedio de contagios semanales del 15.3 por ciento, Laredo se ubica en la número 10 de las 22 regiones médicas de todo el Estado con más infecciones, según información proporcionada por el Departamento de Salud local y de Texas.
De tal forma que esta comunidad se encuentra infecciosamente arriba de otras ciudades como San Antonio, Wichita Falls y San Angelo, pero abajo de El Paso, Galveston y Dallas-Fort Worth, las que han llegado al 27 por ciento, en los últimos días.
Las cifras de nuevos casos activos, que tienen una tendencia hacia arriba en Laredo, son parte del gran impacto contagioso de la variante del COVID-19 Ómicron, por la que ya ha rebasado ya los 9 mil casos en pocos días y se calcula que para cerrar el mes, se registrarán más de 20 mil, a decir del doctor Víctor Treviño, Autoridad de Salud en la localidad, luego que desde septiembre empezaran los nuevos brotes por esta nueva cepa.
Paralelamente, esta frontera registra el problema por la falta de camas en las unidades de Cuidados Intensivos, donde se encuentran 11 de los 54 internados por el virus, situación que aunque no es alarmante, sí es preocupante, tomando cuenta que los indicadores pandémicos siguen cuesta arriba.
Actualmente, en Laredo 58,122 personas han sido infectados, de los cuales 990 han fallecido, aunque el 90.4 por ciento de la población se encuentra totalmente vacunada.
Hasta los últimos días, 495,778 personas se han sometido a las pruebas detectoras del virus y cada vez aumenta, pues diariamente se siguen realizando en los diez puestos instalados en los diferentes puntos de la ciudad, casi diariamente, hasta los domingos, en algunos de ellos.