JOSÉ INÉS FIGUEROA VITELA
Ya hemos comentado cómo, cuando fue alcalde, el exgobernador prófugo “inventó” las extorsiones masivas, cuando creó una hacienda municipal paralela en Reynosa, a fin de cobrar a todo mundo, sin que ingresara el dinero a las arcas públicas.
Ya sabe, se cobraba desde a los más humildes vendedores callejeros, hasta a los encumbrados comerciantes de lo ilícito, en horarios, mercancías, giros, para satisfacer el hambre histórica que entonces presumía la familia.
Tampoco se trataba de una transición social traumática, como luego se vió, al paso de las campañas y los cargos, en el acumulamiento de groseros capitales, que nunca llegaron a llenar los apetitos de origen.
La actividad aquella, heredada a los grupos delincuenciales “formales”, se volvió tediosa y de baja rentabilidad, cuando desde el Senado y en la gubernatura, otras extorsiones mayores pudieron explorarse y explotarse.
El saqueo a, y la suplantación de, la misma Delincuencia Organizada, cuyas actividades debieron multiplicarse para compartir el producto con los ambiciosos detentadores del poder doméstico, se volvieron causa común en esa simbiosis el estado delincuencial a que se llegó en el pasado sexenio.
Ese es el escenario en el que encaja el acuerdo adoptado por el Congreso Local, para pedir a la Fiscalía General de la República, investigar las actuaciones que a partir de reformas inconstitucionales a la ley y a la estructura gubernamental del estado, permitieron al exgobernador y colaboradores, montar retenes, decomisar muebles y mercancías, dando pié a otras extorsiones, las más, asociadas al tráfico de combustibles y drogas ilegales.
En efecto, existen documentos oficiales donde los operadores del exgobernador de triste memoria hacen alusión, por ejemplo, a la existencia de seis trailers-pipa detenidos con un mismo pedimento aduanal, “clonado”, pretendiendo amparar la importación de distintas cargas de combustible, sobre las que además se alteraba el contenido.
Hablan de seis en autos, pero solo hay registros de tres expedientes, en los que se les armó un procedimiento, que terminó en el cálculo de impuestos evadidos, no de clonación, ni de simulación y del pago de las multas, que debieron enterarse a la federación, como con Camelia la Texana, “nunca más se supo nada”.
Un pedimento de enero del 2 mil 20, cuyos decomisos se fecharon en la tercera semana de marzo del mismo año, en cuanto se presentó, aprobó y publicó la ley que dió origen a ese monstruo denominado “el mini SAT”, con el que se justificaron las mentadas extorsiones.
El requerimiento del Congreso Local a la Fiscalía General de la República, para que investigue y consigne, relaciona 15 pipas y ocho tractocamiones con 444 mil litros de combustible, que habrían sido embargados por la administración de CABEZA DE VACA, antes de la entrada en vigor de la efímera ley local con la que suplantaron funciones federales y justificaron sus delitos.
Los seis casos del mismo pedimento clonado, incautados ya con su legislación apócrifa, corresponden precisamente a las empresas que aparecen implicadas en los decomisos de 20 millones de litros de huachicol fiscal en Tampico y en Ensenada recientemente.
Y esos, son solo algunos de los expedientes que no alcanzaron a borrar de los archivos y de la nube del internet, donde permanecen de libre acceso y cuyas copias obran en la mesa de esta redacción, dicho sea de paso, por la evidente intención de seguir “desapareciéndolos”.
Quién sabe cuántos más operativos para la extorsión hicieron, en ese negocio del huachicoleo fiscal que tan productivo les resultó, como para mantener en la nómina a los corruptos cuadros nacionales del panismo y a la decena de periodistas y medios nacionales que usan como cajas de resonancia para sus mentiras.
Los que hayan sido, eventualmente será intrascendente, en la búsqueda de la justicia, porque un solo caso configura el delito e impone la aplicación de prensas corporales.
Que de las investigaciones, además, resulta de pronósticos reservados cuánta pus más ha de surgir, porque donde quiera que se le rasca, siguen brotando más y mayores delitos cometidos bajo el mando del exgobernador prófugo.








