La falta de lluvias mantiene en rojo el semáforo del agua en ciudades fronterizas de Tamaulipas y pone en riesgo el abasto para millones de habitantes.
El próximo 1 de octubre se cumplirá la llamada “hora cero” para el abasto de agua en las ciudades fronterizas de Tamaulipas, cuando la Secretaría de Recursos Hidráulicos realice el corte oficial para conocer con cuánta disponibilidad se cuenta en los próximos seis meses.
El escenario, marcado por la sequía extrema, mantiene a municipios como Nuevo Laredo en semáforo rojo.
Durante la última sesión del Comité de Evaluación del Semáforo del Cuidado del Agua, se confirmó que la problemática se concentra en la franja norte, donde habita más del 54 por ciento de la población del estado.
La falta de lluvias en septiembre, considerado un mes clave para la recuperación de presas, ha agravado la situación.
En Nuevo Laredo, la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) informó que la ciudad sigue en semáforo rojo, a pesar de un ligero aumento en el caudal del Río Bravo debido al trasvase de la presa La Amistad hacia la presa Falcón.
La dependencia reiteró que la sequía extrema es una realidad tangible y de alto riesgo. El secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, reconoció que los niveles de almacenamiento en las presas Amistad y Falcón son históricamente bajos.
Sin embargo, aseguró que el agua para uso doméstico y urbano está garantizada al cien por ciento para la población fronteriza.
“En los diez municipios de la frontera norte seguimos enfrentando una situación muy complicada. Las presas no han recuperado volúmenes significativos, pero el suministro para la población está garantizado”, declaró el funcionario.
Como medida preventiva, Quiroga adelantó que se convocará a una reunión con alcaldes, legisladores federales y locales, así como organismos operadores y distritos de riego, con el objetivo de definir alternativas que permitan enfrentar el desabasto en los próximos meses.
En tanto, las autoridades insisten en que la población debe reforzar el cuidado del agua, ya que la sequía que golpea a Tamaulipas no muestra señales de tregua y el futuro inmediato dependerá de lo que marque el corte de octubre.