El Río Santa Catarina, que se ha transformado en un bosque urbano, será objeto de intervención por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Gobierno estatal, quienes han anunciado un plan de retiro de vegetación con una asignación presupuestaria de hasta 100 millones de pesos.
Las autoridades argumentaron la necesidad de llevar a cabo esta intervención debido a los presuntos riesgos de desbordamiento y afectación a las vialidades en caso de huracanes o tormentas tropicales. Incluso presentaron una simulación animada en la que se muestra al río saliendo de su cauce e inundando las calles de la ciudad.
Luis Carlos Alatorre, director regional de Conagua, señaló que el río ha experimentado una reducción de su capacidad hidráulica debido a la vegetación, llegando a presentar secciones con obstrucción de hasta un 90 por ciento. En conjunto con el Secretario de Movilidad estatal, Hernán Villarreal, presentaron el plan de desmonte, que abarcará un tramo de 23 kilómetros desde el Arroyo El Obispo, en San Pedro, hasta el Puente Israel Cavazos, en Guadalupe.
El inicio y avance de los trabajos estarán sujetos a la disponibilidad de recursos federales y estatales. Aunque se informó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha autorizado la intervención y establecido lineamientos para el retiro de la vegetación, no se especificó si se realizará una limpieza total o selectiva, como recomiendan los especialistas.
Expertos han expresado que la vegetación actúa como una defensa natural contra las corrientes fuertes que en el pasado han causado estragos en las avenidas Constitución y Morones Prieto. Estas comunidades de plantas actúan como un amortiguador que reduce la fuerza del agua y disminuye el daño a propiedades e infraestructuras cercanas durante eventos climáticos extremos, como huracanes. En el pasado, durante la tormenta «Hanna» en julio de 2020, cuando el río alcanzó el 60 por ciento de su capacidad, la vegetación resistió las corrientes.
Antes de convertirse en un bosque urbano, el cauce del Río Santa Catarina fue desazolvado tras el impacto del huracán «Alex» en julio de 2010. Durante tres años, se llevaron a cabo trabajos de remoción de toneladas de tierra para otorgar al río una capacidad hidráulica de 5,083 metros cúbicos por segundo, lo cual implicó una inversión de 3,000 millones de pesos según Conagua. Sin embargo, desde entonces, el río ha vuelto a ser colonizado por vegetación y se ha convertido en un bosque urbano.
En administraciones anteriores, se intentó implementar un desmonte selectivo para reducir los riesgos sin afectar el ecosistema, ya que se han registrado 652 especies de flora y fauna en la zona, de acuerdo con biólogos y ambientalistas.
La intervención planificada por Conagua y el Gobierno estatal plantea un debate entre la necesidad de mantener la seguridad de la infraestructura y las vialidades ante posibles desastres naturales, y la conservación de un ecosistema rico en biodiversidad que ha surgido en el Río Santa Catarina. Es esencial encontrar un equilibrio y considerar medidas que mitiguen los riesgos sin comprometer la salud ambiental y la funcionalidad de este importante curso de agua.
